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The Great War (1914-1918) Forum

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Dear members,

First of all, thank you for acceptance in this community. My name is Hector Lopez and I'm from Lima, Peru. I'm lawyer and amateur historian, vey keen about the Great War. My research field is the following of the war events across the pages of contemporary newspapers, mainly Spain's La Vanguardia and Peru's El Comercio, from Lima. I hope these comments and news may be interesting for you.

Hector Lopez

Lima, Peru

DESDE EL TAMESÍS

EL SERVICIO OBLIGATORIO

Londres, enero 1º de 1916

Coincidiendo con las vacaciones de Navidad, que aplazan las tareas parlamentarias, Mr. Asquith ha presentado un informe del proyecto Derby sobre el servicio militar obligatorio, produciéndose con ello una atmósfera política que amenaza tormenta. No se habla de otra cosa estos días. Natural era que los enemigos del proyecto Derby aprovecharan la ocasión para hacer ruido, y la campaña seguida en la prensa se caracteriza por lo poco escrupulosa. Hubo un momento en que, de haber dado crédito a todo lo que decían los periódicos sobre los cuales pesa la influencia de Lord Northcliffe[1], habríamos creído que el país estaba seriamente amenazado por una crisis ministerial, haciéndose necesarias quizás unas elecciones generales; pero este peligro, si en efecto ha existido, parece ya salvado.

Es el caso que el gobierno se ha obligado A sí mismo a presentar un bill al Parlamento, según el cual todos los hombres jóvenes no casados que voluntariamente no tomen las armas, sufran un castigo que les será impuesto por los tribunales civiles. Sin embargo, esto no es todo lo que deseaban los partidarios del servicio militar obligatorio.

Trataré de explicar brevemente el proyecto Derby, para que mis lectores puedan darse cuenta clara de la situación. Nadie discute que Inglaterra necesita de todos sus hombres aptos, para llevar la guerra a una feliz conclusión, sobre todo después de haberse dado una extensión desmedida a los frentes de batalla, especialmente al occidental. El sistema del alistamiento voluntario no dio resultados del todo satisfactorios. Las autoridades militares exigen que se las ponga en situación de poder contar con nutridas reservas de soldados instruidos militarmente o siquiera cursando ya su instrucción, para atender a las necesidades de la campaña, que van siendo mayores de día en día. Resultando ineficaz o insuficiente el servicio voluntario, debíase recurrir al obligatorio, o a otra forma variada del mismo, para salvar susceptibilidades y respetar hasta cierto punto nuestras tradiciones. Al efecto nombróse director del Reclutamiento al ronde de Derby, uno de los nombres ingleses a quien respeta todo el mundo por su independencia política. Al conde de Derby se le dieron toda clase de facilidades para e] alistamiento de soldados según un nuevo sistema y en un determinado período de tiempo.

Derby presentó un proyecto de servicio, estableciendo distinciones entre los reclutas, según fueran su edad y su estado. Los hombres solteros cuya edad estuviera comprendida entre los 18 y 40 años, debían alistarse en seguida; pero no así los casados de la misma edad que quedaban libres de prestar servicio inmediato. Los hombres que voluntariamente se ofrecieran, prestarían juramento, quedando sujetos a la ley militar. Recibirían su salario diario y se incorporarían a sus grupo correspondientes, para su instrucción y esperando que se les llamara a la guerra.

Se hacían extraños rodeos para evitar el servicio obligatorio en toda su extensión, y ha sucedido que muchos soldados que se creían en la reserva, sorprendiéronse al ver que se les llamaba para ir al campo, y protestaron.

Al principio, pareció que el proyecto Derby había causado buena impresión; aunque no se ha hecho público el número de hombres alistados voluntariamente, su importancia numérica debió ser tal que se tuvo el proyecto por un éxito. Desgraciadamente complicóse el asunto al advertir Mr. Asquith que si los hombres jóvenes y solteros no se presentaban a ofrecerse voluntariamente, «serían adoptados otros medios más decisivos, antes de que los casados se viesen obligados á tomar las armas».

Se alarmó el pueblo. Puesto que en el proyecto Derby se había advertido lo mismo, poco más o menos, esta segunda advertencia de Mr. Asquith pareció de una piedad sospechosa. Los partidarios del servicio militar obligatorio, sin restricciones, armaron el gran escándalo y entonces la promesa del gobierno de respetar a los casados se repitió no ya dos, sino tres veces. Finalmente Lord Derby consideró necesario declarar en la Cámara de los Lores que sería absolutamente imposible tomar ninguna determinación respecto a los hombres casados, mientras no estuviera convencido todo el país de que los solteros, con excepción de un número discreto que gozara de permiso o licencia, estaban todos bajo las armas».

Y el punto ahora en discusión es ese del número discreto. Los defensores del servicio obligatorio, despechados por el éxito del proyecto Derby y so pretexto de que Mr. Asquith se preparaba una excusa para no cumplir su promesa, reanudaron su gritería. El primer ministro fue insultado mil veces y en forma como jamás se había visto. Es el caso que implantar el servicio obligatorio, siquiera sea a medias, representa un cambio tan importante y tan extraño a] sistema político inglés, que la discusión había de ser forzosamente acalorada. Por otra parte resulta ahora que, comparando el número de los hombres alistados con el de los solteros que ofrece el Registro Nacional, suman 600.000 los que todavía no se han presentado en las oficinas militares. Este número pasa ciertamente de discreto, y aunque es cierto que podría ser reducido a la mitad, descontando a los hombres que se ocupan en la fabricación de municiones o en otras industrias dependientes del Estado, de todos modos por discreto no puede tenerse el resto, cuando asciende a centenares de miles. Por consiguiente, el gobierno ha de tomar medidas extremas contra esos jóvenes sin familia que se niegan a servir a la patria cuando ésta está en peligro.

Dentro de pocos días, quizás antes de que sean dadas a la imprenta estas cuartillas, será conocido el bill en toda su extensión. Desde luego podemos asegurar que todos los hombres solteros entre los 19 y 40 años de edad, estarán obligados a presentarse y a reunirse con sus grupos de instrucción militar respectivos, o de lo contrario se les castigará severamente. Sin duda encontrara el proyecto un fuerte apoyo en la Cámara de los Comunes, aun cuando le hagan oposición los nacionalistas irlandeses y los representantes de la clase obrera. Entre los leaders de las Trade-Unions existe un sentimiento de recelo por la manera precipitada como se ha decidido el bill, y al efecto, para determinar su actitud, se celebrará la próxima semana una conferencia nacional. No obstante es de esperar que, cuando los jefes de las Trade Unions se hayan hecho cargo de la situación del gobierno y del país, ellos que Siempre supieron inspirarse en el patriotismo, haciéndose merecedores de toda alabanza, depondrán su, actitud lirada, comprendiendo que el servicio militar obligatorio, hasta cierto punto limitado, se hacía necesarísimo, inevitable.

La inmensa mayoría del pueblo inglés considera que los resultados del proyecto Derby, se están viendo ya; la juventud debe haberse convencido de que tiene el deber de sacrificarse por la patria, pues acude ahora presurosa a las oficinas de alistamiento. Puede decirse que el bill del servicio obligatorio va dirigido contra una poco importante minoría de hombres jóvenes a que les falta el sentimiento patriótico para hacer lo que oíros han hecho. Como ha dicho uno de nuestros grandes rotativos, «los centenares de miles de hombres casados que se alistaron voluntariamente, representan al país, representan el pueblo elector, representan la opinión pública y todas las épocas de la vida del hombre», y si el bill tuviera que votarse por elección general, se echa de ver cuál sería el resultado.

Durante estos últimos meses se ha operado un gran cambio en la opinión pública respecto al servicio militar obligatorio. Se ha visto en el país una disposición admirable a ofrecer, de acuerdo con las mejores tradiciones inglesas, su juventud y virilidad para ser sacrificadas en el altar reí deber. Pero, pues quedan todavía quienes permanecen ciegos o indiferentes al llamamiento del patriotismo, a esos debe abrírseles los ojos, sin violencia, pero con decisión, para que vean y comprendan. El bill del servicio obligatorio les volverá a la luz.

J. PARKER HEYES

La Vanguardia, Viernes 7 de enero de 1916, Páginas 10 y 11, Sección “La Guerra Europea”, Tercera, Cuarta y Primera Columnas


[1] Alfred Charles William Harmsworth, lord Northcliffe ( Chapelizod, condado de Dublín, Irlanda, 15 de julio de 1865 - Londres, 14 de agosto de 1922), fue un periodista y escritor irlandés, propietario y editor de periódicos conocido como el «Napoleón de la Prensa». Dio auge extraordinario al periodismo nuevo, lo industrializó, creó un vasto imperio periodístico y se labró una sólida fortuna. https://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Harmsworth

CONSCRIPCION EN EL REINO UNIDO_LA VANGUARDIA_07ENERO1915.doc

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Hector

I'm sorry, but there is no point in posting blocks of Spanish text. The forum has to operate in English.

Keith Roberts

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Google chrome offers a translate as soon as I land on the post/ Its not 100% but gives a good idea.

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